El 15 de enero de 2013
Era una noche tranquila en la casa de la familia Murillo del barrio Diamante del Socorro, el pasado martes, cuando de pronto el programa de televisión que miraban en la sala se vio interrumpido abruptamente por el relinchar de un caballo.
Su sonido claramente se sentía muy cerca, y sin todavía creerlo, se producía con el estrépito de su paso accidentado por el techo de la vivienda.
Fue cuestión de segundos. Efectivamente, un semoviente que había sido maltratado por unos menores frente al predio, en la carrera 11 con transversal 168, huyó subiendo por un costado en tierra de la casa, se montó primero en una placa de cemento de la vivienda vecina y luego pasó al tejado de los Murillo. El techo finalmente no soportó el peso del caballo y se partió.
De cola cayó accidentalmente el caballo en la sala, mientras abrumados sus habitantes abrieron la puerta principal para que el animal saliera y evitar que alguien resultara lastimado.
En la casa se encontraban tres adultos, dos menores y un bebé de once meses de nacido, de acuerdo con lo relatado por los afectados.
Por su parte, el caballo además de los fuertes golpes que recibió por la caída, se lastimó una de sus patas; sin embargo, aún herido y en medio de la vivienda, se levantó en dirección a una habitación vacía, de donde fue luego rescatado por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios.
“Eso fue a las 8:30 de la noche, todos gritábamos y del susto uno de nosotros iba a salir pero accidentalmente el caballo le pegó una patada en un pie. El animal se asustó mucho y empezó a patear una puerta hasta entrar en una habitación, ahí dañó un equipo de música”, relató Andrea Carolina Murillo Galvis.
Los afectados y las autoridades de Policía y Bomberos conocieron que el equino se había salido del cerramiento donde lo tenía su dueño, un habitante del barrio Las Colinas. Seguidamente, tras contactar al propietario, lo trasladaron a un establo.
“Al día siguiente el dueño dijo que solo respondía por el techo dañado, pero los muebles se afectaron, el mini componente y una mesa”, puntualizó Andrea Murillo.
VOZ OFICIAL
La inspectora de Policía del Socorro, Rocío Magaly Flechas, precisó que si bien es cierto el accidente no fue provocado por el dueño del animal, este debe responder por todos los daños ocasionados en el accidente.
“Han llegado quejas de que en ciertos barrios del Socorro se está dando como costumbre que los propietarios de semovientes, cabras y bovinos, los dejan a la deriva pero se hace necesario que los ubiquen en el hábitat que corresponde”, dijo.
La restricción de la permanencia de este tipo de animales en el casco urbano está determinada por el Código Departamental de Policía.
Fue cuestión de segundos. Efectivamente, un semoviente que había sido maltratado por unos menores frente al predio, en la carrera 11 con transversal 168, huyó subiendo por un costado en tierra de la casa, se montó primero en una placa de cemento de la vivienda vecina y luego pasó al tejado de los Murillo. El techo finalmente no soportó el peso del caballo y se partió.
De cola cayó accidentalmente el caballo en la sala, mientras abrumados sus habitantes abrieron la puerta principal para que el animal saliera y evitar que alguien resultara lastimado.
En la casa se encontraban tres adultos, dos menores y un bebé de once meses de nacido, de acuerdo con lo relatado por los afectados.
Por su parte, el caballo además de los fuertes golpes que recibió por la caída, se lastimó una de sus patas; sin embargo, aún herido y en medio de la vivienda, se levantó en dirección a una habitación vacía, de donde fue luego rescatado por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios.
“Eso fue a las 8:30 de la noche, todos gritábamos y del susto uno de nosotros iba a salir pero accidentalmente el caballo le pegó una patada en un pie. El animal se asustó mucho y empezó a patear una puerta hasta entrar en una habitación, ahí dañó un equipo de música”, relató Andrea Carolina Murillo Galvis.
Los afectados y las autoridades de Policía y Bomberos conocieron que el equino se había salido del cerramiento donde lo tenía su dueño, un habitante del barrio Las Colinas. Seguidamente, tras contactar al propietario, lo trasladaron a un establo.
“Al día siguiente el dueño dijo que solo respondía por el techo dañado, pero los muebles se afectaron, el mini componente y una mesa”, puntualizó Andrea Murillo.
VOZ OFICIAL
La inspectora de Policía del Socorro, Rocío Magaly Flechas, precisó que si bien es cierto el accidente no fue provocado por el dueño del animal, este debe responder por todos los daños ocasionados en el accidente.
“Han llegado quejas de que en ciertos barrios del Socorro se está dando como costumbre que los propietarios de semovientes, cabras y bovinos, los dejan a la deriva pero se hace necesario que los ubiquen en el hábitat que corresponde”, dijo.
La restricción de la permanencia de este tipo de animales en el casco urbano está determinada por el Código Departamental de Policía.
Publicada por
Nancy Milena Gómez Cala
